En el Libro de Amós, el León de Judá comenzó a rugir porque Israel iba a ser llevado cautivo. Era un rugido de juicio. Hoy, creo que el León de Judá ha comenzado a rugir porque la Iglesia pronto será arrebatada en el Rapto. Es un rugido de gracia.

Entendamos la clave para caminar en la autoridad y poder de Cristo.

La autoridad y el poder de Cristo nos ha sido dado como creyentes en Cristo.

Habrá novedad de vida para la Iglesia. Se abrirán nuevas puertas, nuevas formas de hacer ministerio, innovaciones, nuevos hitos alcanzados, nuevas experiencias positivas, nuevas direcciones, nuevas asignaciones, y nuevos niveles.

Cuando te enfocas en tu relación con Dios como su hijo o hija justo, vivirás como un verdadero discípulo de Cristo.

El mundo permanece en una encrucijada que determinará si continúa hacia un mundo libre o desciende a un abismo seguido por la segunda venida de Cristo. Para ti, creyente en Cristo, se viene la gloria dorada de la Iglesia.

Cuando nos sumergimos en la gracia, estaremos empapados de piedad genuina.

Estamos presenciando el comienzo de la Gran Apostasía profetizada por Judas en su epístola. Es hora de luchar fervientemente por la fe.

La Epístola de Santiago y el Libro de Romanos dicen lo mismo pero de una manera diferente: el don de la justicia ofrecido por Cristo nos convierte en esclavos de la rectitud.

Como creyentes en Cristo, también nosotros daremos mucho fruto tarde o temprano, ya que la vida de Cristo mismo fluye ahora permanentemente dentro de nosotros.

Existe otro beneficio asombroso que experimentarás al hablar en lenguas.

Descubre el don que le da la capacidad a Dios para interceder en tu vida diaria de una manera muy poderosa.

No hay duda de que la persecución se levantará por ser un creyente en Cristo. La buena noticia es que nunca prosperará contra nosotros. Estamos protegidos de eso.

Dios no nos ha llamado a abrazar el sufrimiento o mucho menos nos ha llamado a una vida de sufrimiento. Las creencias erróneas sobre la Teología del Sufrimiento pueden hacer que pienses lo contrario.

Los creyentes en Cristo han entrado proféticamente en el tiempo de la maravillosa demostración de las obras de la gracia de Dios.

Ha habido un cambio de ley. En otras palabras, Jesús estableció un nuevo orden al promulgar un nuevo pacto, una nueva ley y un nuevo mandamiento.

La Santa Comunión, conocida también como la Cena del Señor, es un acto de adoración, una relación con nuestro Padre y un medio para recibir salud y sanación.

Ora con la misma autoridad y fe que nuestro Señor Jesucristo.

Descubra el aspecto más importante sobre la oración y comienza a orar por el camino de la gracia.

Todo lo que necesitas saber sobre la oración comienza aquí. Es donde Jesús comenzó.